• ladròn de mi cerebro


Escena: martes a la tarde, el Indio Solari llega de Mar del Plata a Aeroparque y es sorprendido por un par de cronistas televisivos. Entre molesto y asustado por las cámaras y esa táctica stopper que han desarrollado los periodistas que hacen notas a la salida de algo, se inicia el diálogo mientras él camina hacia la calle.

Solari: Esto viene con un planteo social que es mucho más grave. Nosotros estamos tristes, te imaginás que nadie puede estar contento que pasen estas cosas...


–¿Cómo lo tomaron cuando se enteraron de todo esto?
S: Sinceramente... Discúlpenme, no tengo nada que decir.

–¿Qué pensás de la decisión de no dejarlos tocar en Mar del Plata?

S: Tendrán que defender intereses, supongo, de los comerciantes... Es una cosa que hay que resolverla de otra manera, esto es un problema social mucho más serio y más grave.

–¿Vos creés que pasa por ahí?

S: ¿Vos qué pensás? ¿O vos pensás que los chicos nacen malos? Discúlpenme, no quiero hablar...


–Lo que pasa es que los incidentes fueron graves y queríamos saber la opinión de ustedes...
S: Bueno, ya te di mi opinión. Eso es lo que creo yo.

–¿Pero a ustedes les preocupa?
S: Pero qué te parece... ¿Vos pensás que a mí me pone feliz que pase todo esto?


–Bueno, pero la solución ¿por dónde pasa?

S: No... Un grupo de rock no puede hacer un planteo social. Sobre 15.000 chicos había 700 que son marginales... Pero marginales no en el término despectivo, están marginados de la sociedad. Son unos chicos que se roban un ventiluz.

0 pasaron y dejaron algo: