Me arremanguè el pantalòn y mis tristezas màs puras.
Tomè valentìa y crucè el rìo tormentoso de mis dìas.
Què calamidad!
Las pantorrillas, dèbiles y lastimadas, sienten el rozar de las piedras.
Filosas piedras que conocès bien.
Y cuàndo llegarè a la orilla?
Està tan lejos que apenas puedo ver que sigue allì su claridad.
El viento susurra al oìdo del desprotegido,
Su consejo, su pudor.
En la mañana dejaremos la tierra colorada
Y asì, nuestras tormentas dejaràn de resonarnos
Recordándonos miserias de mil vidas anteriores.
Y ya no puedo caminar.
Estoy anclada en la mitad del rìo.
Creciò.
Creciò el rìo, y no mis dudas,
mis miserias,
mis torpezas.
Todo està dicho: No soy buen anzuelo.
20deFebrero2009.
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