La noche azul y su velo de risa.


Cuando pensamos que no le caìamos simpàticos,

el Señor de los Infiernos clavò su mirada y nos regalò una sonrisa pìcara.

Siempre fieles, siempre lamiendo el poder con la punta de la lengua.

Con eso y un par de copas, hemos salvado esta noche triste.



4 pasaron y dejaron algo:

10.21 dijo...

esta triste noche triste.

Federico Daniel dijo...

Muy bueno el poema que vomitaste...

ateo dijo...

gran poema el señor de los infiernos seguro que cachondo

Kordera dijo...

Muchas gracias :)