Cuando pensamos que no le caìamos simpàticos,
el Señor de los Infiernos clavò su mirada y nos regalò una sonrisa pìcara.
Siempre fieles, siempre lamiendo el poder con la punta de la lengua.
Con eso y un par de copas, hemos salvado esta noche triste.
el Señor de los Infiernos clavò su mirada y nos regalò una sonrisa pìcara.
Siempre fieles, siempre lamiendo el poder con la punta de la lengua.
Con eso y un par de copas, hemos salvado esta noche triste.
4 pasaron y dejaron algo:
esta triste noche triste.
Muy bueno el poema que vomitaste...
gran poema el señor de los infiernos seguro que cachondo
Muchas gracias :)
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