Pum II

Cuando escribo en un papel viejo,
siempre
pienso en alguien
pero no pienso en vos
ni en áquel
mucho menos en la otra.

Dame paz, y te daré amor
Dame amor, y te daré odio
No soy más que un papel roto
deshecho y viejo con el cual
recordarte
más allá de todo.

Ni vos ni nadie

Pero siempre él
Y el otro también

Necesito un movimiento violento
que no permita
que tu paz
y mi odio
se entiendan.

Dame odio, te daré amor.
No preciso más que un adiós
nunca oido
para odiarte
como ese primer día.

Dame paz y te daré el doble
este es el momento,
es lo que tanto esperé.


Dame amor y no responderé con ningún sí
Te quiero ahí
tieso y lejano
como la voz que me dirá que hacer
cuando me digas lo que no quiero escuchar

Dame violencia y no volverás a verme
ni crujiente ni sumisa
ni atolondrada ni de prisa

Dame un papel conmovido
y seré tu actriz en esta cárcel

Dame un adiós y te daré un hasta luego
Dejame deshecha y no me obligues a verte más.


Mi porquería.

No pensé que cabías en un boleto de colectivo.

Te volviste, de pronto, tan pequeño.


Me maravilla tu retina, vigilando cada momento de dolor, hambre, infierno y miel. Estabas enfrente mío, tu mandíbula disparaba contra mis ojos delineados. Fue el viaje más largo de mi vida. Dos horas comiendome toda la gilada que escupías.

Me siento un poco inhibida. Ya no estoy para hacer una rabieta de quinceañera. Estoy grande. Estoy más vieja y más chota. No me banco el morbo de que cada noche sea un muerte.



Te ví accidentado bajando del colectivo.

Me diste un poco de lástima.


"Pero podemos irnos juntos, si querés"

Sos mi escoria colmada de magia.



Qué se yo. No me agradan los best-sellers.


Si te vuelvo a ver.

Colgué pensando que pasaría por mí el día que lo vea de nuevo.


O sea,
me daría mucha verguenza por todo lo que él me dijo,
por lo que le dije, por lo que vivimos
y por lo que me maquiné sola en casa
escuchando esas canciones ochentosas
que hablan de amores que no nos corresponden.




En tres items podría
resumir mis emociones.

  • Probablemente eche una puteada a los mil vientos, me ponga triste, me emborrache y termine con algún boludo tratando de no pensar en él.

  • Probablemente lo odie mucho más por ir a lugares donde voy yo. Pensaría "este lugar es mío, qué hace este tarado acá?"

  • Probablemente iría a saludarlo como si nuestra relación hubiese sido de 10 (lo triste es que lo fue.. de algún modo) y quede grabado en la historia como el encuentro de dos buenos amigos: el amor de mi vida y yo, la amiga arisca pero copada.


A "probablemente", señora,
también se lo llevaron preso.

"Probablemente" no es nada confiable.
Pocas veces cumple lo que promete.

Es la suposición de los idiotas.
Es un dandi. Es un don Juan.




En fin, siempre trato de mantener imágenes visuales de lo que pienso. O sea, lo materializo.. pero dentro de mi mente.

Sería un sábado en algún bar tipo cucha de perro linyera como a los que me gusta ir (sí, por elección propia) a ver alguna banda a la cual no la conoce ni el 0.05% de la población o esos boliches de super joda, donde uno va generalmente, a comer todo bicho que camine y pese más de 30 kg. como diría mi madre.

Sería un sábado de comienzo triste, un sábado de esos que a las 8 de la noche no sabés si aceptar las invitaciones que recibiste via SMS, si quedarte leyendo un libro que compraste, empezaste pero nunca terminaste, o si.. simplemente quedarte en la cama zapeando series yankis tipo Friends, Scrubs o en su defecto Mad.

Dios, ya me lo imagino. Me transpiran las manos de sólo pensar en ese momento.

Vasos de dudosa higiene que van y viene, vacíos y llenos. Y vos ahí. En áquel rincón. Con tus amiguitos rockstars y sus millones de mujeres rogando por terminar en un hotel con alguno de ustedes.

Sería extraño cambiar el humor y no poder contarles a mis amigas por qué.

Conociendome, Cangrejo lunar lleno de mañas, induciría a alguna amiga (a la que esté más borracha, para que no me de vueltas) a que me acompañe a la barra, al baño o a dar un pequeño paseo por el lugar.

En realidad, daría una vuelta alrededor de él sin que se dé cuenta y si, en algún momento de mi baile de apareamiento, se da cuenta de mi mirada clavándose en la exacta mitad de sus cejas, MEJOR. Mi misión estaría resuelta.

Por qué? Porque una lady (aunque ese término queda muy lejos para mí) nunca va en busca de su hombre, sólo se hace notar y deja que vengan a ella. Una amiga muy puta me enseñó eso.

Seguramente me mande un msj, haciendo alguna técnica típica de él.
No hace falta destacar que es obvio que no le contestaría.

Y en algún lugar del boliche, a altas horas de la noche, me lo vuelva a cruzar frente a frente.

Y nuevamente, huiría.

Para no terminar otra vez con el corazón roto.

(No es histeria, como la mayoría de los hombres piensa.
Solamente es para que la balanza esté equilibrada.
Solamente es para que una noche el piense en mí)